Colombia - La crisis en el suministro de combustible de aviación comienza a tener consecuencias graves para la movilidad aérea en Colombia, obligando a LATAM Airlines a cancelar 36 vuelos programados para el 27 de agosto. La situación afecta a varios aeropuertos de Colombia y evidencia la fragilidad de la cadena de suministro, generando preocupación entre miles de pasajeros que ahora deben reorganizar sus planes de viaje. La aerolínea ha implementado medidas de contingencia para mitigar el impacto, pero la incertidumbre persiste mientras se espera una normalización en la distribución del combustible.
El problema se originó debido a restricciones en el abastecimiento de Jet A1, el combustible esencial para las operaciones aéreas, en varios aeropuertos clave de Colombia. LATAM Airlines Colombia anunció que estas limitaciones han forzado ajustes significativos en su programación de vuelos, afectando a cientos de pasajeros que ya tenían boletos comprados. La aerolínea, en un esfuerzo por minimizar las consecuencias para sus usuarios, ha puesto a disposición opciones de reprogramación de vuelos y reembolso para quienes se vean afectados por las cancelaciones.
Según el comunicado emitido por LATAM, inicialmente cuatro aeropuertos se vieron directamente impactados por la escasez de combustible, entre ellos los terminales aéreos de Pasto y Leticia. Sin embargo, gracias a la gestión con los proveedores, estos dos aeropuertos ya han recibido suficiente suministro para garantizar sus operaciones hasta finales de mes. A pesar de esta mejora en algunos puntos, la situación sigue siendo crítica en otras regiones, lo que ha llevado a la aerolínea a tomar decisiones preventivas para evitar un colapso mayor en el servicio.
Santiago Álvarez, director ejecutivo de LATAM Airlines Colombia, subrayó la necesidad de estos ajustes operacionales, destacando que la aerolínea está en constante comunicación con Ecopetrol y otros actores de la cadena de suministro para recibir actualizaciones sobre la disponibilidad de combustible. Álvarez señaló que los esfuerzos están concentrados en garantizar que, pese a las limitaciones actuales, el impacto sobre los pasajeros sea el menor posible. "Estamos haciendo todo lo necesario para evitar mayores complicaciones al final de mes", afirmó.
La contingencia que enfrenta LATAM Airlines no es un caso aislado, sino parte de un problema más amplio que ha afectado a toda la industria aérea del país. Desde el inicio de la semana, LATAM ha implementado un plan de contingencia que incluye el cargue extra de combustible en aeropuertos internacionales para sus vuelos, así como un monitoreo detallado del consumo en cada aeropuerto del país. Estas medidas buscan optimizar el uso de los recursos disponibles y mantener la operatividad en la mayor cantidad posible de rutas.
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Además de las cancelaciones del 27 de agosto, LATAM Airlines ha indicado que seguirá evaluando diariamente la situación del suministro de combustible y no descarta la posibilidad de realizar ajustes adicionales en su programación de vuelos, de ser necesario. La aerolínea ha recomendado a los pasajeros revisar constantemente el estado de sus vuelos a través de su aplicación móvil o página web para evitar inconvenientes de última hora.
Los pasajeros afectados por las cancelaciones podrán gestionar cambios en sus itinerarios sin costo adicional, con la opción de reprogramar sus vuelos dentro de un plazo máximo de un año o solicitar la devolución de su dinero. LATAM ha asegurado que estas alternativas estarán disponibles tanto en su plataforma digital como en los puntos de atención al cliente, y ha reiterado su compromiso de mantener informados a sus usuarios sobre cualquier nuevo desarrollo relacionado con esta situación.
