El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, se ha pronunciado en contra del reciente secuestro de 26 soldados y dos oficiales de policía en La Aguada, un municipio en el departamento del Cauca. El incidente ocurrió durante una misión para destruir un laboratorio de cocaína que supuestamente pertenecía al grupo armado residual Estructura Carlos Patiño de las FARC. Mientras las tropas estaban llevando a cabo sus deberes, fueron rodeadas por más de 400 personas, que ocultaron sus rostros con capuchas e impidieron la operación. El Ministro de Defensa ha pedido la liberación inmediata del personal uniformado y una investigación completa sobre los responsables del incidente.
En una declaración, el ministro criticó las acciones de la comunidad, afirmando: "Es inaceptable que los campesinos en Patía (Cauca) impidan que un grupo de soldados cumpla con su deber y obedezca las órdenes del Presidente para combatir el narcotráfico. La gente debe apoyar a las fuerzas de seguridad, protegerlas y no obstaculizar su desempeño". Expresó la esperanza de que la situación estuviera siendo orquestada por grupos armados que se benefician de actividades ilícitas.
Según el ejército, los soldados intentaban destruir un laboratorio de cocaína con aproximadamente cuatro toneladas de clorhidrato de cocaína. Sin embargo, los autores de esta actividad ilegal se negaron a abandonar el sitio, y más de 400 personas los rodearon, impidiendo que la operación militar se llevara a cabo. Las tropas fueron luego tomadas como rehenes por la multitud, lo que llevó al ministro a exigir una investigación sobre los individuos responsables.
El ministro ha ordenado el despliegue de una comisión para garantizar que los soldados puedan continuar su marcha en el área sin incidentes adicionales. Hizo hincapié en que ningún territorio está fuera del alcance del ejército y que tomarán todas las medidas necesarias para evitar que ocurran situaciones similares en el futuro. El ejército presentará denuncias ante las autoridades correspondientes por el secuestro y otros delitos punibles que se hayan cometido durante el incidente.
El ejército ha descrito los acontecimientos como un "ataque" y una "insurrección" y ha prometido tomar medidas apropiadas para garantizar la seguridad de su personal. La situación en Cauca es un recordatorio sobrio de los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad colombianas en su lucha continua contra el narcotráfico y los grupos armados.