Colombia - La cadena de restaurantes Frisby S.A. BIC logró una importante victoria en su defensa legal ante una empresa española que había registrado el nombre "Frisby" en la Unión Europea, desatando una disputa por el uso de elementos visuales y conceptuales similares a los de la marca colombiana. Aunque la compañía europea, Frisby España S.L., continuará usando el nombre, anunció que cambiará su identidad visual en medio de la presión legal y pública.
La controversia comenzó cuando la empresa española, representada por Gonzalo Barrenechea Correa, inscribió la marca "Frisby" ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Este registro incluía colores, logotipo y hasta mascota similares a los de la cadena fundada hace más de 40 años por Alfredo Hoyos en Pereira. La situación generó confusión entre consumidores y una reacción inmediata por parte de la firma colombiana.
Frisby S.A. BIC delegó la representación legal del caso a la abogada Juliana Echeverri Molina, fundadora de My Brand Legal Solutions, quien asumió la defensa jurídica de la marca a nombre de Liliana Restrepo, actual presidenta de la compañía. El proceso fue adelantado en instancias europeas, y logró frenar parcialmente el uso de elementos visuales similares, aunque no se ha eliminado el registro del nombre como tal.
La abogada Echeverri explicó que el argumento principal de la defensa se centró en que Frisby España S.L. no tenía un uso efectivo del nombre ni desarrollaba una actividad comercial consolidada desde su registro en 2017. Actualmente, el equipo legal busca demostrar esa inactividad para solicitar la nulidad de la marca ante la EUIPO.
En paralelo al litigio, miles de usuarios colombianos emprendieron una campaña de respaldo en redes sociales con mensajes de apoyo a la marca original. Este respaldo digital amplificó el caso, atrayendo la atención de medios internacionales y generando presión sobre la empresa europea.
Ante la creciente visibilidad, Frisby España S.L. anunció que adoptará un nuevo logotipo, abandonará el color amarillo y actualizará su imagen gráfica. La empresa justificó estos cambios como parte de una estrategia de modernización, sin reconocer una relación directa con la presión legal o la movilización en redes. A pesar de estos ajustes, continuará operando bajo el nombre Frisby.
La empresa colombiana destacó que su marca representa décadas de trabajo, valores familiares y un vínculo emocional con millones de consumidores en el país. "No es solo un nombre. Es nuestra historia, nuestra identidad y la confianza de quienes nos eligen cada día", afirmó Restrepo.
El caso ha abierto el debate sobre los desafíos que enfrentan marcas latinoamericanas en la protección de su identidad cuando sus nombres son registrados en otras jurisdicciones. También plantea preguntas sobre la necesidad de mayor vigilancia sobre registros de propiedad intelectual en contextos internacionales.
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