Colombia - La producción industrial colombiana cerró el 2024 con una caída del 1,7%, reflejando un panorama negativo que golpeó a 18 de las 26 actividades económicas del sector. Según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la contracción evidencia las dificultades que enfrentó el aparato productivo del país en un año marcado por la desaceleración del consumo interno y la incertidumbre en los mercados internacionales.
El retroceso fue especialmente evidente en diciembre, cuando la producción industrial registró una caída del 0,3% en comparación con el mismo mes de 2023. Este descenso, aunque moderado, consolidó una tendencia negativa que se arrastró durante todo el año, afectando particularmente a sectores estratégicos como la minería, la fabricación de productos farmacéuticos y la producción de alimentos.
Entre las actividades más golpeadas, el sector minero experimentó una reducción del 5,4%, impulsada por una menor producción de carbón y níquel, insumos clave para las exportaciones colombianas. Por su parte, la industria farmacéutica cayó un 3,2%, una situación que preocupa al gremio de la salud debido a su impacto potencial en el abastecimiento de medicamentos esenciales en el país.
La fabricación de alimentos, tradicionalmente uno de los motores del sector industrial, no fue ajena a esta crisis. Durante 2024, registró una contracción del 2,8%, atribuida a la disminución en la producción de aceites y productos derivados de la caña de azúcar. Esta situación ha generado inquietud en el sector agrícola, que depende en gran medida de la demanda de la industria alimentaria.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) expresó su preocupación ante estos resultados. "La caída en la producción refleja la necesidad urgente de adoptar políticas que estimulen la inversión y el consumo interno. Sin medidas concretas, el panorama para 2025 podría ser aún más complejo", señaló su presidente en un comunicado oficial.
En el contexto regional, el Departamento del Cesar se destacó como una de las zonas más afectadas, debido a la disminución en la actividad minera y la ralentización de la industria agroindustrial. Los productores locales han advertido que, de mantenerse esta tendencia, podría verse comprometido el empleo en sectores estratégicos como el procesamiento de palma africana y la producción de alimentos balanceados para animales.
El comercio exterior también se vio impactado por el retroceso industrial. Las exportaciones manufactureras disminuyeron un 4,1%,
Mientras tanto, los empresarios se mantienen cautelosos respecto a las perspectivas para el 2025. La expectativa está puesta en el comportamiento de la demanda interna y en la capacidad del gobierno para ejecutar las medidas anunciadas de manera efectiva.