Colombia – Alfredo Saade, designado como embajador de Colombia en Brasil y exjefe de Gabinete del presidente Gustavo Petro, lanzó una propuesta inesperada durante una entrevista en vivo con Blu Radio "invitó al Congreso a activar un mecanismo de FastTrack para habilitar la reelección inmediata del presidente Petro y permitir que el expresidente Álvaro Uribe Vélez pueda presentarse nuevamente como candidato en las elecciones de 2026".
La declaración sorprendió a la audiencia, no solo por el momento en que fue hecha, sino por el alcance político de la propuesta. Saade argumentó que Colombia necesita “jugar la gran final” entre las dos figuras que, según él, representan las principales fuerzas electorales del país. Según sus palabras, el país podría superar la polarización si los dos líderes se enfrentan en las urnas en 2026 y llegan a un compromiso posterior de unidad.
Saade propone reelección de Uribe y Petro@alfredosaadev propone que el Congreso vía FastTrack habilite la reelección de @petrogustavo y @AlvaroUribeVel en 2026, bajo un pacto de que el que pierda apoye en la recuperación del país. #política #Colombia #Congreso #Reelección
— Al instante Redprensa (@Redprensacol) August 20, 2025
Saade explicó que el objetivo central de su iniciativa es ofrecerle al pueblo colombiano la posibilidad de decidir entre los dos proyectos políticos que más respaldo popular tienen. A su juicio, la división actual impide avanzar en asuntos fundamentales como el fortalecimiento institucional, la seguridad alimentaria y la reactivación económica. En ese sentido, asegura que permitir la participación simultánea de Petro y Uribe en las próximas elecciones ayudaría a cerrar una etapa de confrontaciones prolongadas.
El líder religioso sostuvo que el objetivo no es polarizar aún más al país, sino llegar a un consenso electoral que legitime, de manera definitiva, a una de las dos corrientes ideológicas presentes en la opinión pública. “El país tiene que jugar la gran final entre Gustavo Petro y Álvaro Uribe”, afirmó. “El que gane queda en la obligación de sacar al país adelante y el que pierda debe apoyarlo”.
Para materializar su propuesta, Saade convocó directamente al Congreso de la República. Según su planteamiento, el desarrollo de un proceso vía FastTrack permitiría modificar el texto constitucional que actualmente prohíbe la reelección inmediata. Recordó que este tipo de mecanismos especiales ya han sido usados en momentos de crisis nacional y aseguró que sí hay tiempo suficiente para que las reformas sean tramitadas antes del cierre del calendario electoral de 2026.
Durante la entrevista, insistió en que el procedimiento de FastTrack es viable y señaló que la decisión debe estar en manos de los legisladores. También llamó a las bancadas del Centro Democrático y del Pacto Histórico a apoyar la iniciativa “de frente ante la nación”. Según Saade, la responsabilidad actual del Congreso es ofrecer una salida a la fragmentación política que se vive desde hace más de una década.
El planteamiento generó debate inmediato. Analistas constitucionales recordaron que la reelección presidencial fue eliminada en 2015 durante el gobierno de Juan Manuel Santos, como parte de una reforma que buscaba preservar la alternancia democrática. La prohibición fue adoptada como una medida de equilibrio institucional y contó con amplio respaldo entre diversos sectores políticos en ese momento.
Pese a esa decisión, Saade sostiene que el contexto ha cambiado y que, ante un escenario de fragmentación prolongada, la nación necesita una “última decisión soberana” para establecer una hoja de ruta compartida. En sus palabras, Colombia ha vivido “200 años de polarización, muerte y destrucción”, y la única manera de avanzar es permitir que las dos fuerzas principales se enfrenten en una contienda directa.
De acuerdo con los argumentos expresados en la entrevista, Uribe representa el sector conservador del país y un proyecto de seguridad democrática y desarrollo económico basado en la actividad privada. Por otra parte, Petro encarna la corriente progresista, enfocada en la redistribución de recursos y la protección de derechos sociales. Para Saade, esa dualidad refleja la realidad del electorado colombiano, y ningún otro actor político tiene actualmente la capacidad de movilización para superarla.
A lo largo del diálogo con Blu Radio, el embajador fue consultado sobre si había discutido previamente la propuesta con el presidente Petro. Saade respondió que no, y reconoció que el presidente probablemente se sorprendería al escucharla. También indicó que, en caso de que el Congreso no adopte el FastTrack, él mismo se presentará como candidato a la presidencia.
Consultado sobre la reacción que podría provocar su anuncio en el Palacio de Nariño, Saade insistió en que no teme a las consecuencias y que su objetivo es promover un debate transparente. “No importa si algunos somos perseguidos o sancionados, lo importante es que el Congreso asuma su responsabilidad”, expresó. Agregó que el pueblo colombiano tiene derecho a decidir y que ninguna regulación debe impedir una decisión soberana en las urnas.
Aunque la iniciativa no es una propuesta formal presentada ante la secretaría del Congreso, Saade considera que basta con la voluntad política de las bancadas para iniciar el trámite. Subrayó que las reformas constitucionales, cuando se hacen por la vía del FastTrack, pueden aprobarse en tiempos significativamente inferiores a los de un proceso legislativo ordinario. Recordó que este mecanismo fue aplicado durante la implementación del Acuerdo de Paz con las FARC.
En el ámbito político, voces cercanas a ambas corrientes ideológicas han reaccionado. En círculos cercanos al expresidente Uribe, algunos dirigentes han señalado que no rechazarían una contienda directa si la ciudadanía es quien decide. En sectores vinculados al Pacto Histórico, la propuesta ha generado discusión interna, pero algunos líderes reconocen que un enfrentamiento directo podría aportar claridad al panorama electoral.
Sin embargo, especialistas en derecho constitucional advierten que restablecer la figura de reelección inmediata implicaría una reforma de amplio alcance. Señalan que no se trata únicamente de habilitar dos candidaturas, sino de reabrir un debate que fue cerrado en 2015 con el fin de preservar la alternancia en el poder. También advierten que un precedente de esta naturaleza podría abrir la puerta a reformas futuras orientadas a debilitar los mecanismos de control institucional.
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Pese a esas advertencias, Saade insiste en que la propuesta debe ser considerada como una “salida democráticamente viable”. Subrayó que la polarización existente impide avanzar en temas como la seguridad, la inversión extranjera y la reactivación económica. “El país no puede seguir empantanado”, dijo en varios momentos de la entrevista.
Saade también aseguró que su propuesta busca proteger la estabilidad institucional, no debilitarla. Explicó que el candidato que resulte derrotado en esa contienda estaría obligado, por un pacto previo, a respaldar al ganador, facilitar la aprobación de reformas prioritarias y abstenerse de liderar movimientos de oposición radical.
En un tramo final de la entrevista, el embajador reiteró que si el Congreso no avanza con el FastTrack, él se presentará como candidato. Dijo que su intención se mantendría firme, pero insistió en que la prioridad es lograr una contienda entre Uribe y Petro como “gran final” para cerrar una etapa de enfrentamientos.
Hasta el momento, ni el presidente Gustavo Petro ni el expresidente Álvaro Uribe Vélez han realizado comentarios públicos sobre la propuesta. Tampoco se ha registrado alguna reacción oficial por parte del Congreso. Algunas fuentes afirman que, en medios legislativos, la iniciativa ha sido recibida con cautela debido a su complejidad constitucional.
En caso de prosperar, el proyecto requeriría mayorías calificadas en el Congreso y un consenso entre las principales bancadas. Expertos consideran que cualquier reforma constitucional de este tipo tendría que pasar por revisión de la Corte Constitucional, lo que podría extender los plazos y generar nuevos debates sobre su viabilidad. Sin embargo, Saade sostiene que el uso del FastTrack permitiría reducir esos tiempos sin vulnerar garantías institucionales.
Las próximas semanas serán clave para determinar si la propuesta de Saade se convierte en una iniciativa real dentro del Capitolio. De momento, la declaración ha logrado instalar un debate que, hasta ahora, parecía superado dentro de la agenda nacional.