La falta de políticas claras para resguardar el orden público en Colombia ha sido objeto de críticas por parte del fiscal general, Francisco Barbosa. Tras el secuestro y posterior liberación de varios militares, el jefe del ente investigador hizo un llamado a la seriedad y a nombrar las cosas por su nombre. “Secuestro es secuestro y no hay tales retenciones”, dijo Barbosa. Para él, no se puede normalizar o tratar todos los temas como simples retenciones, puesto que si se parte de esta premisa, entonces varios delitos caerían en esta categoría.
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En este sentido, el fiscal puso de ejemplo los robos que se ejecutan por el paseo millonario. “Si una persona se lleva a otra o la encierra, le impide salir, ¿eso es normal? Con ese argumento un ciudadano sufre el paseo millonario, capturan al delincuente y el delincuente va a decir: ‘Yo lo estaba paseando, lo retuve un momento en mi carro’”, cuestionó el jefe del ente investigador.
Barbosa reiteró que la falta de una política clara lleva a que se repitan los hechos que se registraron a comienzos de marzo del presente año cuando 70 agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) fueron secuestrados cuando atendían una alteración del orden público en el sector de Los Pozos, en San Vicente del Caguán. En esa oportunidad, los indígenas y campesinos intentaban tomarse la sede de una petrolera. Los agentes del Esmad fueron desarmados y desvestidos por los manifestantes.
“Volvemos a la misma discusión de cada semana, en Toribio, en el Caguán, en el Catatumbo, ¿qué significa eso? Que no hay política de seguridad, de orden público, ante la ausencia de política de orden público esto será recurrente”, reiteró.
La crítica del fiscal Barbosa no es nueva. La situación de seguridad en el país es cada vez más preocupante, especialmente en algunas zonas donde se registran altos niveles de violencia y presencia de grupos armados ilegales. La falta de políticas claras y efectivas para hacer frente a esta situación deja a la población vulnerable y en un estado de constante incertidumbre.
La necesidad de políticas claras de seguridad y orden público es más apremiante que nunca. Es necesario que se aborde la problemática de manera integral y se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad y protección de la ciudadanía.