El ingreso de Salvatore Mancuso a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha desencadenado una cascada de revelaciones que involucran a figuras prominentes, entre ellas el expresidente Álvaro Uribe Vélez, diversos generales del Ejército y Jose Félix Lafaurie. Las declaraciones de Mancuso, exjefe paramilitar, revelan una nueva perspectiva sobre la masacre del Aro en 1997 y han generado un profundo impacto en la esfera política y judicial colombiana.
Las sesiones reservadas ante la JEP permitieron que Mancuso revelara detalles previamente desconocidos sobre la masacre del Aro y la supuesta implicación de Uribe en la planificación de operaciones criminales durante su mandato como gobernador de Antioquia.
El exjefe paramilitar alega que Uribe estaba completamente al tanto de la operación criminal de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que condujo a la masacre del Aro. Se menciona una reunión en la finca de Uribe, donde se coordinó la operación junto al entonces secretario de gobierno, Pedro Juan Moreno, y miembros de la IV Brigada.
Las declaraciones de Mancuso pintan un panorama perturbador de planificación y ejecución de operaciones de castigo en territorio controlado por las FARC. Según sus testimonios, estas operaciones tenían como objetivo atemorizar a la población local, forzando decisiones como el abandono de la zona o la adhesión a las filas guerrilleras. La noticia ha generado conmoción en Colombia, con políticos, exmilitares y empresarios preocupados por las posibles consecuencias de los testimonios de Mancuso. La JEP ha anunciado que remitirá las declaraciones a diversas autoridades judiciales para investigar a civiles, militares y aforados, incluyendo al expresidente Uribe.
Mancuso, actualmente detenido en el Centro de Detención de Migrantes ICE-Stewart Detention Center en Estados Unidos, ingresó a la JEP como "incorporado material y funcional" de la Fuerza Pública. Este estatus resalta su papel crucial en la coordinación entre las Autodefensas y los organismos de seguridad estatales.
El exparamilitar, según la JEP, ha mencionado a más de 300 personas en sus versiones públicas y privadas, lo que incluye al expresidente Álvaro Uribe Vélez. La jurisdicción compulsará copias a distintas instancias para iniciar investigaciones, marcando un nuevo capítulo en la búsqueda de verdad y justicia en el conflicto colombiano.
La vinculación de Mancuso con la Fuerza Pública se respalda con evidencias presentadas ante la JEP, incluyendo dos imágenes de los carnés que lo acreditan como miembro de la Policía Nacional Cívica en 1994 y 1998. Este organismo fue creado en Colombia para apoyar el cumplimiento de las misiones específicas de la Policía Nacional en las comunidades del país.
La JEP identificó la participación de Mancuso en la creación y operación de 16 Convivir en Córdoba y Urabá. El exparamilitar fue el representante legal de una de ellas, la Cooperativa Horizonte, considerada una 'fachada' de las Autodefensas en Tierra alta. Se destaca su relación con la Décimo Séptima Brigada, en particular con el Batallón de Infantería No 33 ‘Batalla de Junín’ y el Batallón de Infantería No. 46 ‘Voltígeros’.
Dentro de las revelaciones, Pedro Juan Moreno, exsecretario de gobierno de Antioquia entre 1995 y 1997, emerge como una figura clave. Mancuso lo menciona como el intermediario de Uribe en la solicitud de llevar a cabo la masacre del Aro. Moreno, con un temperamento volcánico, estuvo a cargo de la creación de las Convivir durante su tiempo en la gobernación.
Moreno murió en un accidente aéreo en 2006, generando especulaciones sobre las circunstancias de su muerte. Mancuso, en audiencias reservadas, afirmó que la muerte de Moreno fue resultado de un saboteo ordenado por Uribe.
La JEP ha subrayado la importancia de las declaraciones de Mancuso, lo que lleva a la iniciación de investigaciones más amplias.
En respuesta a las impactantes revelaciones de Salvatore Mancuso ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el expresidente Álvaro Uribe Vélez se pronunció a través de un trino en su cuenta de redes sociales. En este mensaje, Uribe califica a Mancuso como "este bandido de Salvatore Mancuso" y desafía al exjefe paramilitar a probar sus afirmaciones de que Uribe tenía conocimiento de la operación en El Aro.
El presidente Uribe enfatiza que nunca tuvo encuentros directos con Mancuso en su propiedad, el Ubérrimo. Además, Uribe desacredita la colaboración de Mancuso con la JEP y la tilda como parte de la "dolosa teoría bisagra de la JEP-FARC", sugiriendo que hay motivaciones políticas detrás de las acusaciones de Mancuso y cuestionando la integridad del proceso judicial.
Este trino del expresidente Uribe refleja su postura de rechazo contundente a las afirmaciones de Mancuso. Uribe anuncia su intención de denunciar a Mancuso ante las autoridades estadounidenses y colombianas, señalando las denuncias como parte de una estrategia para justificar beneficios en la JEP y resaltando su escepticismo hacia el proceso judicial en curso.