Cali - Desde Puerto Resistencia, un sector emblemático que fue epicentro de las protestas sociales de 2021 en Cali, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, planteó una iniciativa que ha avivado el debate político en el país. Durante una movilización de indígenas que lo apoyaban, Petro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente como medida de último recurso si no se logran aprobar las reformas sociales propuestas por su Gobierno.
“Si las instituciones que hoy tenemos en Colombia no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, decretó, demandó y mandó y ordenó, entonces no es el pueblo el que se va arrodillado hacia su casa derrotado. Son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que presentar, no es el pueblo el que se va, es la institución la que cambia”, argumentó el presidente Petro.
Además, hizo énfasis en la necesidad de que un Gobierno electo popularmente pueda aplicar la Constitución sin obstáculos, señalando que si se le impide hacerlo, Colombia debe considerar seriamente la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. En sus palabras, insistió en que Colombia no debe arrodillarse ante los obstáculos institucionales, sino que las instituciones mismas deben cambiar para reflejar las demandas y aspiraciones del pueblo.
Estas declaraciones del presidente Petro han generado una amplia variedad de reacciones en la sociedad colombiana. Algunos sectores han respaldado firmemente la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente como una medida necesaria para impulsar las reformas sociales que el país necesita. Otros, sin embargo, han expresado preocupación por los posibles riesgos y complicaciones que podrían surgir de un proceso constituyente.