Teorama, Norte de Santander - Un ataque armado en la subregión del Catatumbo, en Norte de Santander, dejó como saldo la muerte del intendente jefe Luis Carlos Bonilla Barrera, comandante de la estación de policía de Teorama. El incidente ocurrió cuando el oficial y otros uniformados realizaban labores de patrullaje en el sector conocido como El Mercado y fueron emboscados por un francotirador. Aunque aún se desconocen detalles sobre el responsable, en la zona operan grupos armados como el ELN y disidencias de las Farc.
Bonilla Barrera, quien contaba con más de 20 años de servicio en la Policía Nacional, fue trasladado de emergencia al puesto de salud por un compañero, que utilizó una carretilla para moverlo. A pesar de los esfuerzos, el comandante falleció minutos después de recibir atención médica. Bonilla Barrera, oriundo de Cúcuta, era padre de tres hijos y se destacaba por su trayectoria, que incluía más de 59 felicitaciones y 10 condecoraciones en su hoja de vida.
Este ataque subraya las dificultades de seguridad en el Catatumbo, una región que ha sido históricamente afectada por enfrentamientos armados y violencia. Los francotiradores y otras tácticas empleadas por grupos armados han generado un ambiente de temor en municipios como El Tarra, El Carmen, San Calixto, Hacarí y en áreas del sur del departamento del Cesar, como Aguachica y Río de Oro. Este hecho resalta la necesidad de un mayor apoyo a las fuerzas de seguridad y a la infraestructura médica de la región, que muchas veces no cuenta con los recursos suficientes para atender emergencias.
El uso de una carretilla para trasladar al comandante Bonilla Barrera refleja los retos que enfrentan los uniformados y las comunidades en el Catatumbo, donde las condiciones de seguridad y asistencia médica siguen siendo insuficientes. Las fuerzas de seguridad, al igual que los habitantes, enfrentan riesgos constantes al cumplir con su labor en una zona de alta conflictividad.
La situación en el municipio de Teorama y otras localidades cercanas evidencia las dificultades que tienen las autoridades para mantener el control y la seguridad. El ataque al intendente jefe Bonilla Barrera se suma a la lista de incidentes violentos que demuestran la complejidad de la región y la necesidad de fortalecer la presencia del Estado y garantizar la protección de quienes, como él, arriesgan sus vidas en la lucha contra la violencia.