Colombia - El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, reafirmó la postura del gobierno de Gustavo Petro frente a la invitación oficial enviada al presidente colombiano para asistir a la posesión de Nicolás Maduro el próximo 10 de enero de 2025. En una rueda de prensa, Murillo señaló que el Gobierno colombiano no reconocerá el mandato de Maduro si no se presentan las actas oficiales que respalden la legitimidad de las elecciones presidenciales en Venezuela. "Si no hay actas, no hay reconocimiento", declaró el canciller.
El comentario de Murillo responde a la reciente invitación recibida por el gobierno colombiano el 26 de noviembre de 2024, en la que se formalizaba la solicitud para que Petro asistiera al acto de toma de posesión de Maduro. A pesar de la recepción de la invitación, el canciller destacó que la respuesta oficial aún está siendo evaluada, pero reiteró que la falta de un proceso electoral transparente y validado por actas oficiales es un obstáculo para el reconocimiento por parte de Colombia.
En sus declaraciones, Murillo aclaró que la política colombiana frente a Venezuela ha sido clara y consistente: el reconocimiento de un gobierno depende de la legitimidad del proceso electoral que lo lleva al poder. Así, la falta de transparencia y las alegaciones de fraude en las elecciones venezolanas han sido factores determinantes para que Colombia mantenga una postura cautelosa y no reconozca a Maduro como presidente legítimo, al menos sin un respaldo oficial claro.
La situación ha generado incertidumbre en el ámbito diplomático, ya que varios países y organismos internacionales han cuestionado la legitimidad de las elecciones presidenciales en Venezuela, acusando al régimen de Maduro de manipulación y fraude. En este contexto, la invitación a Petro se suma a las tensiones diplomáticas y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela.
En declaraciones previas, el presidente Gustavo Petro también se pronunció sobre la situación política en Venezuela, calificando las elecciones presidenciales como un "error". El mandatario colombiano expresó, que ni el régimen de Maduro ni la oposición venezolana habían cumplido con las condiciones necesarias para garantizar la transparencia de las elecciones. "El régimen de Nicolás Maduro y la oposición no generaron las garantías necesarias para unas elecciones justas. Estas elecciones fueron un error", afirmó Petro.
El presidente también mencionó la falta de claridad sobre los resultados de los comicios, lo que ha aumentado las dudas sobre la legitimidad del proceso electoral. Según Petro, las disputas entre el gobierno y la oposición en Venezuela solo han agravado la crisis política, lo que hace aún más difícil considerar legítima una elección bajo esas circunstancias.
La invitación de Maduro a Petro para asistir a su toma de posesión, que se celebrará el próximo 10 de enero, ha desatado un amplio debate tanto en Colombia como en la comunidad internacional. Mientras algunos sectores respaldan la postura del presidente colombiano de mantener un diálogo con el régimen de Maduro, otros critican la posibilidad de que Petro se reúna con un líder cuestionado internacionalmente por su falta de democracia y el control autoritario en Venezuela.
Aunque el gobierno de Petro ha mantenido un enfoque en la apertura de relaciones con Venezuela, la falta de consenso sobre la legitimidad del proceso electoral ha sido un obstáculo para avanzar hacia un reconocimiento formal. La respuesta del presidente colombiano a la invitación de Maduro sigue siendo un tema pendiente, y la decisión final dependerá de la evaluación de la situación política y diplomática en los próximos días.
Por otro lado, la oposición venezolana sigue luchando por el reconocimiento de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en julio de 2024. Edmundo González Urrutia, líder opositor, ha confirmado que regresará a Venezuela el 10 de enero de 2025, fecha en la que, según la Constitución del país, debería asumir la presidencia, dada su proclamación como vencedor de los comicios.
González, quien se encuentra actualmente exiliado en España, ha denunciado el fraude electoral y subrayado que el proceso no cumplió con los estándares mínimos de transparencia. En una entrevista reciente, González expresó su confianza en que la comunidad internacional lo reconocerá como el legítimo presidente de Venezuela. Además, manifestó que, a pesar de las amenazas y las dificultades, está preparado para regresar y liderar el proceso de reconstrucción de su país.
La postura de la oposición venezolana sigue siendo firme, a pesar de las tensiones internas y las presiones externas. El regreso de González, acompañado de su proclamación como presidente, marca un nuevo capítulo en la lucha por el poder en Venezuela.
El futuro de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela sigue siendo incierto. A pesar de los esfuerzos de Colombia por restablecer un canal de comunicación con Venezuela, las divergencias políticas y la falta de consenso sobre la legitimidad del proceso electoral continúan siendo un obstáculo importante.
A medida que se acerque la fecha de la toma de posesión de Maduro, el gobierno colombiano deberá evaluar cuidadosamente su respuesta a la invitación, teniendo en cuenta tanto las implicaciones diplomáticas como las relaciones con otros actores internacionales que han adoptado posturas diferentes sobre la crisis venezolana.