Colombia - El Gobierno nacional ha anunciado una inversión de $40.000 millones para la sustitución de cultivos de uso ilícito en el Cañón del Micay, ubicado en el departamento del Cauca. Esta iniciativa, presentada por la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), Laura Sarabia, busca transformar la realidad social y económica de la región, afectada por el narcotráfico y la pobreza.
La asignación de recursos se destinará principalmente a la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, con el objetivo de erradicar la producción de coca y ofrecer alternativas sostenibles a los agricultores. Además, el plan contempla la construcción de infraestructura básica, como un hospital en el corregimiento de El Plateado y una plaza de mercado, que permitirá mejorar la calidad de vida de los habitantes.
En el marco de esta inversión, se prevé también mejorar la conectividad a internet en la zona, donde actualmente no hay señal. La falta de acceso a la tecnología ha dificultado el desarrollo educativo y social de las comunidades. La DAPRE ha subrayado la importancia de incorporar tecnología en las escuelas para fomentar la educación y crear nuevas oportunidades para los jóvenes.
La participación de la comunidad será fundamental en este proceso. Sarabia destacó que es importante generar “asociatividad y proyectos productivos” que ayuden a combatir el poder de los grupos armados en la región. Se están estableciendo diálogos con empresas como el grupo Éxito para asegurar la comercialización de productos como frijoles y café, facilitando así la transición hacia economías legales.
El presidente Gustavo Petro visitará el Cañón del Micay en los próximos días para supervisar el avance de las iniciativas y designar un gerente encargado de implementar el plan. Este compromiso del Gobierno refleja la intención de abordar de manera integral el problema del narcotráfico, combinando acciones de desarrollo social con la erradicación de cultivos ilícitos.
Además, el Plan Nacional de Desarrollo busca establecer un enfoque sostenible y a largo plazo para resolver los problemas estructurales que afectan a la región. La transformación del Cañón del Micay se plantea como un ejemplo de cómo la inversión en programas sociales puede cambiar la dinámica de las comunidades.
La inversión en el Cañón del Micay se presenta como una estrategia concreta para enfrentar el narcotráfico y sus efectos en las comunidades locales. Se espera que estas medidas permitan ofrecer opciones sostenibles a los habitantes, mejorando su calidad de vida y brindando alternativas reales para dejar atrás la producción de coca.