Colombia - El presidente Gustavo Petro sancionó la Ley 2354 del 2024, que regula el uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos en Colombia. Esta ley, una modificación de la Ley Antitabaco 1335 de 2009, se ajusta al uso emergente de dispositivos de vapeo y sistemas electrónicos de administración de nicotina.
A partir del 15 de mayo, la Ley Antitabaco 2.0 entra en vigor, equiparando la regulación de los vapeadores con la de los productos de tabaco tradicionales. Esta modificación, aprobada en el Congreso y firmada por Petro el 9 de mayo, establece medidas más estrictas para su control y comercialización.
Una de las principales disposiciones es la prohibición de la venta de vapeadores a menores de edad y la restricción de su consumo en espacios cerrados. Además, los empaques de estos productos deberán incluir imágenes y frases que alerten sobre los riesgos del uso, como "Fumar causa enfermedad cardiovascular" o "Fumar causa impotencia sexual".
La iniciativa fue impulsada por los senadores Norma Hurtado y José David Name, junto a las organizaciones Red Papaz y Fundación Anáas. Se establece un plazo de un año para que las compañías agoten el producto que no cumpla con las normas de empaque o etiquetado.
Esta sanción marca un avance en la regulación del consumo, venta, compra y publicidad de los vapeadores a nivel nacional. Convierte en realidad una iniciativa aprobada por el Congreso y refuerza la postura del Gobierno en la protección de la salud pública.
El punto central de la legislación es la prohibición total del consumo de vapeadores para los menores de edad. Asimismo, se establece que la venta y publicidad de estos dispositivos deberán ser enfáticamente restrictivas en ese sentido.
Los ministros de Salud, Educación y Comercio tendrán la responsabilidad de impulsar programas de salud y educación para reducir el consumo y fomentar el abandono de la dependencia del tabaco y la nicotina.
En cuanto a la regulación y las sanciones, se adopta un modelo similar al de los cigarrillos convencionales. Por ejemplo, se prohíbe fumar en espacios cerrados y en áreas públicas como restaurantes y cines, con el objetivo de proteger la salud pública y reducir los riesgos asociados al consumo de estos productos.