Aunque octubre es el mes perfecto para disfrazarse, no necesitas esperarlo para ser gala de toda tu imaginación y jugar a ser alguien más, sobre todo para tener una experiencia inolvidable con tu pareja.
No sientas vergüenza por atreverte a usar un disfraz y ser un superhéroe, o una profesora sexy o una diablita; es la oportunidad para disfrutar de todos los juegos “sucios” que te imaginas con tu pareja.
Muchas veces tienes el morbo o la curiosidad, pero no te atreves; no lo pienses tanto y date el chance de probarte ese disfraz que tanto te gustó y fantasea con ser alguien más, como si tuvieras una identidad secreta.
Olvídate de esa idea que los disfraces son solo para niños, o para usar en una fiesta temática. Los adultos también usan disfraces y si es en la intimidad mucho mejor. Es una manera bastante original de sorprender a tu pareja, es diversión y sensualidad al mismo tiempo.
Hoy les contaré de algunos beneficios que pueden lograr usando disfraces en la intimidad:
Abre tu mente: Imagínate lo siguiente: En el día tu vida trascurre como un ama de casa ocupada, pero en la noche te conviertes en una lujuriosa espía que quiere ser atrapada.
Es un juego, así que solo ustedes impondrán sus reglas, pueden improvisar un diálogo, dejarse llevar por el momento y liberarse de todos los tabúes que la sociedad impone.
No a la rutina: Una de las razones por las que las relaciones de pareja caen en la monotonía es porque se aburren de hacer lo mismo, incluso el sexo se convierte en una rutina más.
Esto no quiere decir que los disfraces mágicamente mejorarán su vida sexual, pero sí les inyectarán una dosis de acción, y, sobre todo, de diversión. Se sorprenderán de todo lo que son capaces de hacer.
Reduce el estrés: Tuvieron una semana llena de trabajo, estrés, un sinfín de situaciones, pero no todo puede ser malo, siempre hay una recompensa, así que se merecen un momento de relajación e intimidad.
Confianza y complicidad: Estos dos ingredientes no deben faltar en una buena relación de pareja. Usar disfraces para sus encuentros sexuales es una práctica súper recomendada. Ojalá que sea una costumbre que perdure por muchos años.
Si hay confianza, no hay vergüenza y esto no sólo se relaciona con la sexualidad, también tiene que ver con esa complicidad que los hace identificarse el uno con el otro. Si no se sienten del todo convencidos con disfrazarse, pueden empezar con un antifaz o con una lencería provocativa.
Cumplan sus fantasías: Todos hemos fantaseado con situaciones concretas, en escenarios que, por supuesto, están en nuestra mente; sin embargo, no hay nada mejor que hacerlos realidad.
Puedes fingir que eres una enfermera cuidando a su paciente, o que Caperucita Roja está buscando al lobo feroz, todo se vale. Mientras estén de acuerdo, jueguen ‘sucio’, pero, sobre todo, disfruten.
Viva la creatividad: En ocasiones, cuando estamos trabajando, las ideas no llegan tan fácil porque el cerebro se cansa de pensar en muchos temas al tiempo y, por supuesto, llega la angustia y la frustración por no alcanzar los objetivos trazados.
Así que haz algo divertido y diferente con tu pareja; despierta la creatividad que tanto necesitas. Cuando ocupas la mente en otras actividades relajantes, como una sesión de sexo con disfraces, la mente descansa y se vuelve no solo creativa sino productiva.
Conócete a ti mismo: Aunque vivas mucho tiempo con alguien y creas que lo conoces, la verdad es que los humanos somos impredecibles. De eso se tratan los disfraces, la idea es descubrir ese lado oculto que también quiere divertirse.
En la variedad está el placer y disfrazarse en pareja rompe con tu vida cotidiana; disfruta de tu sexualidad; erotiza el momento y cambia la rutina añadiendo la chispa que, por un momento, nos hace olvidarnos de tantas preocupaciones.
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