Barranquilla D.E.I.P - El 28 de agosto del 2021 marcó un día histórico para Barranquilla cuando, por primera vez en la historia de las justas, Panam Sports adjudicó por aclamación la sede de los Juegos Panamericanos 2027 a esta ciudad colombiana. Desde ese momento, Barranquilla se convirtió en el epicentro de un ambicioso proyecto que buscaba consolidarla como la única sede de este magno evento deportivo para todo el continente americano, en paridad con los Juegos Olímpicos.
A pesar de considerar la creación de una entidad autónoma para la organización de los juegos, se optó por un convenio interadministrativo en agosto de 2021, evitando así burocracias innecesarias. Este acuerdo fue formalizado el 4 de agosto de 2022, después de levantar restricciones asociadas a la ley de garantías, que prohíbe nuevas contrataciones en periodos cercanos a las elecciones.
El cambio de gobierno nacional a la administración de Petro marcó el inicio de una serie de conflictos. La Ministra María Isabel Urrutia, encabezando el Ministerio de Deportes, emitió declaraciones sobre la falta de recursos gubernamentales para respaldar el proyecto. Este desacuerdo no solo involucró al presidente Petro y sus asesores, sino que también reflejó el revanchismo de la Ministra Urrutia hacia el Comité Olímpico Colombiano.
La falta de comunicación entre la Ministra Urrutia y Panam Sports sembró desconfianza en la capacidad del gobierno nacional para apoyar los juegos. A pesar de los intentos de acercamiento, las cartas y peticiones a Panam Sport quedaron sin respuesta, complicando aún más la participación del estado colombiano y el aval final al convenio con Panam Sport.
En un contrapunteo político, el Gobierno de Gustavo Petro propuso extender los juegos a toda la costa colombiana en lugar de limitarlos a Barranquilla, condicionando la cofinanciación del gobierno al 60% del valor de los juegos y exigiendo la inclusión de otras subsedes.
La búsqueda de subsedes llevó a la inclusión de municipios en Atlántico y la consideración de otras ciudades del Caribe. Aunque se firmó un contrato entre Barranquilla, la gobernación del Atlántico, el Comité Olímpico, el Ministerio de Deporte y Panam Sports, estableciendo los términos de inversión y derechos deportivos, el gobierno Petro se comprometió a girar 8 millones de dólares a Panam Sport antes del 30 de diciembre del 2023.
A pesar de la firma del contrato, el gobierno nacional no mostró un interés real en la realización de los juegos en Barranquilla. La desidia culminó a finales del 2023 con la reconstitución del comité ejecutivo de los juegos, liderado por la Ministra Astrid Rodríguez. Sin embargo, la falta de respaldo gubernamental resultó en incumplimientos en los pagos, a pesar de los esfuerzos de la Ministra.
Finalmente, el 4 de enero del 2023, la falta de pagos llevó a que Panam Sport retirara la sede de los Juegos a Barranquilla. Aunque el Alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, mantiene una firme esperanza respaldada por "la orden" del presidente Petro a sus ministros de trabajar para ratificar la sede, el sueño de la ciudad se desvaneció, dejando a Barranquilla y a Colombia sin la oportunidad de albergar los Juegos Panamericanos 2027. Un trágico devenir marcado por la desidia nacional.