Colombia - El director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, reveló que el programa Colombia sin Hambre finalizará en 2025 debido a los recortes presupuestales que afectaron a la entidad. La noticia llega en un contexto de creciente preocupación por la pobreza y la inseguridad alimentaria en el país. Bolívar, en un video publicado en sus redes sociales, dejó claro que "ya no es culpa mía", indicando que las dificultades económicas y las restricciones fiscales son las principales razones de la eliminación del subsidio.
El programa Colombia sin Hambre ha sido uno de los pilares de la ayuda social en Colombia, beneficiando a miles de hogares vulnerables con montos mensuales que iban desde los $200.000 hasta los $500.000, destinados a aliviar la falta de alimentos en los hogares. Sin embargo, los ajustes presupuestales y la reducción de $1.7 billones en los fondos disponibles han hecho insostenible su continuidad, según el funcionario.
Bolívar destacó que, a pesar de la eliminación de Colombia sin Hambre, el gobierno ofrecerá alternativas para quienes se vean afectados por la medida. En lugar de recibir el subsidio, los beneficiarios tendrán que organizarse en cooperativas y emprender proyectos productivos. El gobierno se comprometió a brindar asesoría y acceso a créditos, con el respaldo del Fondo Nacional de Garantías, que cubrirá el 90% del valor de los préstamos.
El objetivo es que las personas dependientes del subsidio puedan generar ingresos mediante emprendimientos autónomos. El director del DPS también precisó que el gobierno destinará una partida de $500.000 millones para respaldar estos proyectos productivos. “Deben organizarse y trabajar. Nosotros les vamos a facilitar las herramientas para que puedan hacerlo”, indicó Bolívar, resaltando que los recursos estarán disponibles para aquellos dispuestos a emprender en el nuevo escenario económico.
A pesar de la eliminación de Colombia sin Hambre, el gobierno mantendrá tres programas de subsidios importantes para las poblaciones más vulnerables en 2025. En primer lugar, el subsidio para adultos mayores se ampliará, beneficiando a 2.8 millones de personas, 
y su valor pasará de $80.000 a $230.000 mensuales. Además, se continuará con la Renta del Cuidado, destinada a las mujeres cabeza de hogar con hijos menores de seis años, así como la devolución del IVA, que beneficia a millones de colombianos.
Estos subsidios han sido clave en la política social del gobierno, y la continuidad de los mismos ofrece un alivio parcial para las personas que no podrán acceder a Colombia sin Hambre el próximo año. Según Bolívar, estos programas seguirán funcionando sin alteraciones, asegurando que la transición hacia nuevas formas de apoyo sea lo más fluida posible.
El anuncio del fin de Colombia sin Hambre ha generado diversas reacciones en sectores sociales y políticos. Muchos se muestran preocupados por la desaparición de este subsidio, ya que temen que millones de colombianos caigan nuevamente en la pobreza extrema sin un apoyo inmediato. Por otro lado, la propuesta del gobierno de fomentar la creación de cooperativas y el emprendimiento ha sido vista como una medida que, aunque positiva, puede no ser suficiente para garantizar la estabilidad de las familias afectadas.
La crítica principal radica en la falta de mecanismos claros que aseguren la viabilidad de los proyectos productivos, y en cómo las personas sin experiencia en negocios podrán adaptarse a este nuevo modelo de ayuda. En este sentido, la efectividad de las políticas de asesoría y los créditos otorgados dependerán de su implementación y de la capacidad de los beneficiarios para adaptarse a los cambios.
Bolívar explicó que los recortes presupuestales fueron una de las principales causas de la desaparición de Colombia sin Hambre. La reducción de $1.7 billones afectó la capacidad del DPS para financiar el programa y otros subsidios. Este ajuste responde a las restricciones fiscales que enfrenta el gobierno, en un contexto donde se requieren reformas para estabilizar las finanzas públicas del país.
El director del DPS también destacó que, a pesar de la eliminación del subsidio, el gobierno está comprometido con la implementación de nuevas estrategias que busquen aliviar la situación de las personas más vulnerables. No obstante, admitió que la situación es difícil y que las decisiones tomadas son producto de un contexto económico complicado.
Una de las medidas adicionales anunciadas por el gobierno es el aumento del salario mínimo en un 9.5% para 2025. Aunque este incremento podría aliviar parcialmente las dificultades económicas de las familias, no se espera que compense la eliminación de Colombia sin Hambre. Según el director del DPS, este ajuste es una forma de paliar los efectos de la falta de subsidios, pero la eliminación del programa es un desafío considerable para los hogares más vulnerables.
El aumento del salario mínimo es un paso importante, pero aún queda por ver cómo se implementarán las alternativas para las personas afectadas por la desaparición de Colombia sin Hambre.
