Ciudad de México - El pasado 30 de noviembre, el Palacio de Bellas Artes fue el escenario del último homenaje a Silvia Pinal, la diva del cine, teatro y televisión mexicana. Aunque la ceremonia estuvo marcada por música de mariachi, aplausos interminables y emotivos discursos de sus hijas, Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, una pregunta quedó en el aire: ¿cumplió Luis Miguel el último deseo de Silvia Pinal?
La actriz, quien siempre expresó su amor por la música, dejó claro que deseaba una despedida donde la música fuera protagonista. Los mariachis cumplieron parte de su voluntad, pero los rumores sobre la posibilidad de que Luis Miguel cantara en su honor llenaron de expectativa el homenaje.
Aunque el cantante no apareció durante la ceremonia principal, envió una elegante corona de rosas blancas con su nombre grabado en una cinta, un gesto que reflejó su admiración y respeto. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó en la madrugada, cuando, de manera discreta, Luis Miguel visitó el recinto cerca de las 2 a.m. y se quedó unos minutos frente al féretro. Su presencia silenciosa y solemne fue suficiente para muchos de los presentes, aunque dejó a otros preguntándose si un gesto más público habría sido la manera ideal de cumplir el deseo de la diva.
A pesar de la controversia, lo cierto es que Silvia Pinal recibió un adiós que combinó la solemnidad y la celebración que merecía, consolidando su legado como una de las grandes figuras del arte mexicano.