Colombia - La variante Ómicron del coronavirus ha dado lugar a dos nuevas subvariantes, Fornax y Eris, reavivando el debate en torno al virus que desencadenó una pandemia global. Expertos en salud están analizando el estado actual del virus a la luz de estas mutaciones, explorando si ha evolucionado hacia una dolencia más manejable similar a "un simple resfriado común".
A lo largo de tres años, el coronavirus, originado en Wuhan, China, se ha propagado por todo el mundo, resultando en un impresionante total de 769 millones de casos a nivel global hasta el 8 de agosto de este año, según lo reportado por el portal estadístico alemán Statista.
Estos virus experimentan una evolución constante debido a cambios en su código genético provocados por mutaciones genéticas o recombinación viral. Esta evolución ha llevado al surgimiento de diversas variantes y subvariantes a lo largo de los últimos tres años.
Una variante particularmente persistente ha sido Ómicron, conocida por su alta transmisibilidad y su continua capacidad para generar nuevas subvariantes. Según Francisco Javier Díaz, virólogo y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Ómicron sigue siendo la única fuente de estos desarrollos subvariantes en curso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron recientemente el descubrimiento de dos nuevas subvariantes derivadas de Ómicron, denominadas EG.5 o "Eris", y F1.5.1, también conocida como "Fornax".
Según el CDC, la subvariante Eris representa aproximadamente el 17% de los nuevos casos de COVID en Estados Unidos, mientras que Fornax se encuentra en alrededor del 9% de las muestras. Este aumento ha impulsado esfuerzos renovados de vacunación en los Estados Unidos, según informa The New York Times.
Se ha identificado la presencia de la subvariante Fornax en más de 50 países, incluyendo Colombia, Argentina, Ecuador, México y Estados Unidos.
"Las variantes Alfa, Beta, Gamma y Delta han quedado en segundo plano. La variante Ómicron y sus derivadas las han reemplazado debido a su eficiente transmisión. La subvariante recién identificada, Eris, está actualmente bajo observación para determinar si debe ser categorizada como una variante de preocupación o interés en las próximas semanas", explicó el virólogo.
Héctor Serrano, investigador del Instituto Colombiano de Medicina Tropical (Icmt) de la Universidad CES, atribuyó el surgimiento de estas subvariantes a la acumulación de mutaciones en una proteína conocida como "S" o "espícula", que potencia la interacción del virus con las células humanas, lo que resulta en un aumento de las infecciones.
"Imagina estas mutaciones como un equipo de fútbol. Cuantos más jugadores hábiles tengas, mayores serán las posibilidades de ganar el partido. De manera similar, más mutaciones crean una mayor probabilidad de infectar a los humanos", explicó Serrano.
Por ahora, los síntomas asociados con las variantes anteriores del coronavirus, como dolor de garganta, dolor de cabeza, fiebre, malestar general y pérdida del olfato, se mantienen consistentes con las subvariantes recién identificadas.
Los expertos advierten que estas nuevas subvariantes difieren significativamente del coronavirus original de Wuhan. Aunque Ómicron es altamente transmisible, no es tan peligroso como la cepa original del coronavirus.
Esta diferencia también afecta la respuesta inmunológica generada por el esquema de vacunación actual contra el COVID-19 en los últimos tres años. Los especialistas coinciden en que la protección conferida por el esquema de vacunación existente es limitada.
"Estas nuevas subvariantes pueden evadir más fácilmente la respuesta inmunológica que hemos desarrollado a través de las vacunas o la infección natural. Son bastante distintas de las cepas anteriores", añadió Héctor Serrano.
¿El COVID-19 Ahora es "Un Resfriado Común"?
Es plausible que las personas que experimentan síntomas relacionados con el COVID-19, como tos, dolor de garganta, congestión nasal, malestar general, fiebre y más, no estén tan alarmadas como lo estaban hace dos o tres años. Esta actitud surge de la percepción de que el COVID-19 ahora se ha transformado en "un simple resfriado común". Pero ¿qué tan precisa es esta percepción?
Según el virólogo Francisco Javier Díaz, efectivamente el peligro del virus ha disminuido, lo que lo hace menos riesgoso de contraer.
"Ómicron ha perdido la capacidad de invadir profundamente los pulmones, lo que significa que el virus no llega a las partes inferiores de los pulmones. Esto lo hace altamente transmisible pero menos virulento o grave. Deben tomarse precauciones especialmente por aquellas personas en riesgo de base, como adultos mayores, receptores de trasplantes, personas con condiciones como el SIDA o el cáncer, o aquellos con infecciones pulmonares", aclaró el virólogo.
El investigador Serrano agregó que, al igual que con el COVID-19, las personas deben seguir siendo vigilantes ante otras infecciones virales. Según la OMS, las gripes estacionales causan entre 3 a 5 millones de casos graves y de 290,000 a 650,000 muertes anualmente, principalmente en personas mayores de 65 años.
Ómicron activo, según la OMS, presenta un menor riesgo de gravedad, hospitalización o muerte en comparación con otras variantes como Delta. El virólogo Díaz afirmó que ha habido una disminución evidente en la letalidad del virus.
"Llevamos año y medio lidiando con Ómicron y aunque sus subvariantes persisten, ninguna de ellas parece recuperar la agresividad de la cepa original. Por el momento, las noticias siguen siendo positivas. El virus está presente, pero atenuado. La vacunación bivalente es un recurso esencial para seguir combatiendo el COVID-19", concluyó el virólogo.
Reducción de la Protección de las Vacunas Actuales: ¿Y Ahora?
Dada la reducida protección proporcionada por las vacunas actuales, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) de Colombia autorizó la administración de vacunas bivalentes contra el COVID-19 y la variante Ómicron a partir del 10 de julio.
Este esquema de vacunación consiste en una sola dosis y debe administrarse al menos 12 meses después de la última aplicación. El virólogo Díaz enfatizó que esta vacuna se dirige principalmente a personas en riesgo de base.
Las medidas de protección, como la higiene de manos y el uso de mascarillas, siguen siendo las mismas, especialmente en entornos de atención médica o durante infecciones virales para prevenir una mayor transmisión. También es importante mantenerse alerta ante otras dolencias, como las alergias, durante el fenómeno de El Niño.
La introducción de las vacunas bivalentes ha sido celebrada por el sector de la salud en Colombia. Sirven como aliados para proteger a las personas más vulnerables y también presentan una oportunidad para actualizar las estrategias de vacunación.