El futbolista Dani Alves, acusado de violación y detenido desde el 20 de enero en la cárcel Brians 2 de Barcelona, recibió la visita de su esposa, Joana Sanz, quien desmintió los rumores de una posible separación.
La modelo y empresaria española llegó a la prisión para acompañar a su marido en uno de los momentos más difíciles de su vida y dejó claro que no lo abandonaría. “No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, dijo a los medios de comunicación. La visita duró 50 minutos y estuvo acompañada por el chef Bruno Brasil, amigo de la familia.
Antes de la visita de Joana Sanz, la prensa española había informado que la pareja había solicitado el divorcio, pero esta visita parece haber desmentido estas versiones. Además, Joana Sanz también negó las versiones que señalaban que su visita al penal era para tener una discusión sobre un eventual divorcio.
A pesar de los esfuerzos del futbolista por evitar que sus familiares lo visiten en prisión, su esposa decidió hacer el viaje hasta Barcelona para estar a su lado. La juez encargada del caso ha afirmado que existen “pruebas más que suficientes” para afirmar que Dani Alves abusó sexualmente de la joven en la discoteca.
Dani Alves cumple hoy 15 días en prisión, acusado de una supuesta ‘agresión sexual’. Mientras tanto, su esposa ha dejado claro que lo apoyará en todo momento y no lo abandonará en uno de los peores momentos de su vida.