Barranquilla D.E.I.P. - Con 212 años de historia, Barranquilla conmemora su aniversario este 7 de abril, en medio de una ciudad que se transforma y conserva, que crece y recuerda. Aunque no fue fundada mediante un acto formal como otras ciudades, el 7 de abril de 1813 fue erigida como villa por decreto del entonces gobernador del Estado Libre de Cartagena, Manuel Rodríguez Torices. Desde entonces, Barranquilla ha sido punto de llegada y partida, de mezclas, de acentos y de culturas.
Mucho antes de este reconocimiento oficial, ya latía en estas tierras la vida de comunidades indígenas que habitaron la región hace más de 3.500 años. Durante la época colonial, este territorio fue un refugio de libertad, conocido como "sitio de libres", donde convivían indígenas, mestizos y afrodescendientes. Para el siglo XVIII, entre mangles y caminos de arena, se alzaban las primeras iglesias, y una población diversa tejía lo que hoy es el alma barranquillera.
Barranquilla es una ciudad construida por la diversidad. Durante el siglo XIX y buena parte del XX, se convirtió en destino para inmigrantes árabes, italianos, judíos, alemanes y españoles. Llegaron atraídos por el desarrollo comercial y las posibilidades de progreso que ofrecía la ciudad, y aquí se quedaron, formando comunidades que hoy hacen parte del tejido social y económico de la capital del Caribe colombiano.
La ciudad celebra su aniversario recordando sus calles arboladas de matarratón, sus noches de luna clara y su vocación caribe. El nombre de Barranquilla ha sido mencionado y cantado por distintas generaciones de artistas que han encontrado en ella un motivo de canción. Desde Esthercita Forero con "Mi vieja Barranquilla", hasta el tributo del Joe Arroyo con "En Barranquilla me quedo", la ciudad ha sido cantada como tierra de acogida, de calor humano, de carnaval y tambor.
La letra de "Mi vieja Barranquilla" la describe como "vieja, noble y señorial, que llevas en tu emblema la mansión del porvenir". Esas palabras resuenan aún hoy entre generaciones que reconocen en esas frases una descripción fiel de la ciudad. De igual forma, "La luna de Barranquilla", otra pieza recordada compuesta por Esthercita Forero, hace alusión a la nostalgia y al paisaje urbano de las noches del trópico.
Barranquilla también es la ciudad que vio nacer a Shakira, quien la mencionó en uno de los coros más reconocidos del pop latino: "En Barranquilla se baila así". Esa referencia, en medio de un videoclip que dio la vuelta al mundo, terminó por anclar la ciudad al imaginario global como tierra de baile y ritmo. El nombre de Barranquilla quedó grabado en la escena internacional, acompañado del movimiento de caderas que caracteriza a su gente.
La frase "En Barranquilla me quedo", inmortalizada por Joe Arroyo, no solo se convirtió en parte del repertorio popular del Carnaval, sino en una declaración de afecto que se escucha en calles, emisoras y reuniones familiares.
Barranquilla se reafirma como capital del Caribe colombiano, no solo por su ubicación geográfica, sino por su rol en el desarrollo económico, cultural y social de la región. Su crecimiento urbanístico y poblacional la ha convertido en una de las ciudades más importantes del país. Más allá de los indicadores, la ciudad se define también por su brisa, por la amabilidad de su gente y por el sabor que acompaña sus jornadas.
Los barrios tradicionales como Rebolo, El Prado, San Roque o Montecristo conservan la memoria de los primeros asentamientos urbanos. Al mismo tiempo, nuevas zonas de desarrollo industrial y comercial, como la Vía 40 y el corredor portuario, proyectan a la ciudad hacia un modelo de modernidad que busca equilibrar crecimiento y patrimonio.
En el marco de la celebración de sus 212 años, distintas instituciones culturales y educativas han promovido actividades para recordar el legado de la ciudad. Desde muestras artísticas hasta publicaciones y conversatorios, la conmemoración busca resaltar que la identidad barranquillera está hecha de historias compartidas, de migraciones y de baile.
Barranquilla no se limita a la postal del Carnaval. Su aporte a la economía nacional, su industria, su red educativa y su influencia cultural hacen parte del relato de una ciudad que, a 212 años de haber sido reconocida como villa, sigue en construcción constante.