Barranquilla – Junior volvió a mostrar dos caras en un mismo partido y terminó cediendo un empate 2-2 ante Atlético Huila, equipo de la Primera B, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en el juego de ida de los octavos de final de la Copa Colombia. La serie se resolverá el próximo miércoles, en Neiva.
El gol tempranero de José Enamorado, tras una jugada colectiva brillante, prometía una noche tranquila para el equipo dirigido por Alfredo Arias. Pero la desconcentración defensiva y la eficacia del samario Sleyther Lora, autor de dos goles, le complicaron el panorama al conjunto barranquillero, que solo pudo rescatar la igualdad gracias a la experiencia de Teófilo Gutiérrez.
Junior salió decidido a imponer condiciones. Con Enamorado, Castrillón y Chará como principales amenazas, los locales tomaron la iniciativa desde el pitazo inicial. El primer gol llegó apenas al minuto 7, en una secuencia de pases que recorrió el campo desde la defensa, tocó ambos costados y culminó con un pase preciso de Navia que dejó a Enamorado frente al arco. El extremo no falló.
La anotación fue celebrada por la afición como una obra de arte. No fue un disparo aislado, sino una jugada construida desde la paciencia y la técnica. Junior mostraba fluidez y desequilibrio, pero no logró aumentar la cuenta.
Con el paso de los minutos, el ritmo bajó. Las llegadas se redujeron a intentos individuales y algunos centros sin destinatario. El equipo se fue desdibujando, y la falta de contundencia empezó a pasar factura. El Huila, que hasta ese momento no había inquietado, se animó.
Al minuto 36, Sleyther Lora aprovechó un error defensivo de Peña, que salió de zona sin cobertura. El delantero visitante ganó la espalda, remató y venció a Jefferson Martínez, que no logró detener un balón que pasó bajo su cuerpo. Era el empate y el inicio del desconcierto para Junior.
El segundo tiempo comenzó con cambios. Enamorado, lesionado, fue sustituido por Jhon Fredy Salazar. También ingresó Cuenú por Monzón, quien había tenido un desempeño flojo y se fue amonestado. Sin embargo, las modificaciones no surtieron efecto inmediato.
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El Huila, con orden y sin complejos, volvió a castigar. Otra vez Lora, al minuto 58, explotó un vacío defensivo. Cuenú repitió el error de Peña, salió sin respaldo y dejó espacio para que el atacante definiera con potencia, balón de pica-barra incluido. Sorpresa en el Metropolitano: 1-2.
Junior reaccionó con intensidad, pero sin claridad. Didier Moreno ingresó al campo y, aunque comenzó con imprecisiones, ganó protagonismo. Tuvo incluso una anotación que fue invalidada por fuera de juego, en una jugada que dejó dudas debido a la limitada cobertura de cámaras en esta fase del torneo.
El equipo se volcó al ataque con centros desde ambos costados, pero le costaba encontrar profundidad real. En ese contexto apareció Teófilo Gutiérrez, que había entrado minutos antes, para cambiar el rumbo. Alrededor del minuto 78, el balón llegó desde la izquierda, Teo se ubicó entre los centrales y definió con calma para el 2-2.
Con el marcador igualado, Junior tomó impulso y empujó por el tercero. La presión fue constante. Huila retrocedió, defendió con lo que tenía y quemó tiempo. Los rojiblancos tuvieron otras oportunidades, incluido un remate de Salazar que se fue desviado por poco. Pero también sufrieron: Lora volvió a escapar y estuvo cerca de firmar el tercero para los visitantes, en un mano a mano que definió afuera.
La afición despidió al equipo entre aplausos y cuestionamientos. Si bien el empate no es un mal resultado en términos globales, la imagen de un Junior vulnerable defensivamente ante un equipo de segunda división dejó sensaciones encontradas.
Alfredo Reyes tendrá que ajustar varias tuercas antes del partido de vuelta. Las grietas en defensa, ya visibles en partidos recientes contra Águilas Doradas y Unión Magdalena, volvieron a quedar expuestas. Monzón, Peña y Cuenú se mostraron inseguros ante la potencia de Lora.
En ofensiva, la falta de efectividad fue otro punto débil. Rodríguez no logró marcar diferencia y salió molesto tras su sustitución. Chará y Castrillón tuvieron apariciones, pero sin puntería. Solo Enamorado, mientras estuvo, y Teo, cuando entró, ofrecieron soluciones claras.
A pesar de todo, Junior tuvo volumen ofensivo. Generó situaciones, presionó alto y demostró que, con ajustes, puede imponerse en la vuelta. La serie sigue abierta, pero el margen de error se ha reducido.
La revancha se disputará el miércoles 7 de agosto, en el estadio Guillermo Plazas Alcid de Neiva, desde las 7:30 p.m. Junior viajará con la obligación de ganar, no solo para avanzar, sino para calmar las dudas que empiezan a emerger entre su hinchada.
En otras llaves de la Copa Colombia, América venció cómodamente en su cruce, mostrando mayor solidez. Junior, por el contrario, deberá recuperar la memoria defensiva y reencontrarse con su versión más contundente para seguir en carrera.