Barranquilla, D.E.I.P - Las próximas elecciones en Barranquilla y Soledad, programadas para el 29 de octubre, enfrentan un oscuro panorama, según las advertencias de la Misión de Observación Electoral MOE. El riesgo electoral en estas ciudades, así como en otros puntos del Departamento del Atlántico, se ha elevado a niveles extremos, generando preocupación en el proceso democrático.
La MOE ha identificado 79 zonas con riesgo extremo, entre las que destacan Malambo y Puerto Colombia. Los factores desencadenantes de esta advertencia incluyen la circulación de panfletos y amenazas en diferentes áreas de Barranquilla, lo que ha elevado la alarma en la ciudad. Además, se ha detectado un riesgo significativo de "trashumancia" en Barranquilla, ya que aproximadamente la mitad de los puestos de votación en la ciudad presentan algún tipo de riesgo, y un preocupante 37% está catalogado como de riesgo extremo.
Comparando con las elecciones de 2019, la MOE ha observado un incremento en los factores de violencia que amenazan el proceso electoral en el Atlántico. Este aumento de riesgo no solo afecta a Barranquilla y Soledad, sino a una gran parte de la región, lo que subraya la gravedad de la situación.
El aumento en el riesgo electoral se debe en parte a la falta de garantías para un proceso electoral limpio y justo. La circulación de panfletos y amenazas, especialmente en las localidades suroccidente y suroriente de Barranquilla, socavan la confianza en el sistema electoral y ponen en riesgo la participación de los ciudadanos.
La advertencia de la MOE resalta la importancia de abordar estos riesgos de manera efectiva y garantizar elecciones transparentes y equitativas en Barranquilla, Soledad y todo el Atlántico. La integridad del proceso electoral es un pilar fundamental de la democracia, y las autoridades deben tomar medidas enérgicas para garantizar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto en un ambiente seguro y sin intimidación. La vigilancia activa de la ciudadanía y la acción decidida por parte de las autoridades son esenciales para enfrentar estos desafíos y preservar la democracia en la región del Atlántico.