Amigos compatriotas de Colombia estoy afectado por la absurda posición del gobierno colombiano al tomar partido en un conflicto internacional, ya que nos expone a todos los ciudadanos de origen hebreo a vivir situaciones de riesgos e inseguridad.
Quiénes me conocen desde tiempo atrás, no soy partidario de la ideología que implementa el petrismo, por lo que no me opongo a la persona del presidente, sino a su política que se implanta de forma equivocada en el país. Por sus errores en sus decisiones no lo considero mi presidente.
Petro es el menor de los problemas que tiene Israel, pero se está convirtiendo en el mayor problema de los colombianos por su absurda posición respecto al tema de los derechos humanos.
A mí juicio no se trata de polarizar con el presidente, porque nuestro país necesita es mucha cordura, solidaridad y humanidad por los graves problemas de pobreza, salud, inseguridad, orden público y desigualdad existente.
El enemigo de Colombia nunca ha sido Israel o los ciudadanos de origen hebreo o semitas que desde el siglo XVIII o antes en época de Cristóbal Colón emigraron huyendo de la Inquisición a una América desconocida.
Luego llegaron otras grandes migraciones en el siglo XIX y después de las guerras mundiales, no sólo de judíos, sino turcos, sirios, libaneses, italianos, franceses, chinos -y japoneses, etc. Todas estas migraciones extranjeras han contribuido al desarrollo, principalmente de Barranquilla y la región Caribe.
No es una posición digna del Jefe de Estado frente a la agresión que vive el pueblo de Israel por el alevoso ataque de terroristas palestinos de Hamás, lo cual me parece que es una distracción política ante los enormes problemas internos que tiene la nación por la inoperancia del inquilino de la casa de Nariño.
Cordura señor presidente, para que actúe como verdadero estadista ante la recesión mundial que ahondan los problemas sociales que usted quiere desviar por su posición antisraelí.
Por ello nos interrogamos si usted es realmente un demócrata. O que es como los que usted tanto admira del modelo cubano o venezolano: "Ojalá su actitud cambie". No sólo por el bien de Israel, sino por nuestra pobre nación que está huérfana de verdadero líder presidencial.