Colombia — La Policía Nacional en Barranquilla activó el Plan Navidad “Una Navidad con Propósito” con un despliegue de 1.300 uniformados y todas sus capacidades institucionales para garantizar la seguridad, la tranquilidad y la convivencia ciudadana durante las celebraciones del 24 y 25 de diciembre en la ciudad.
El anuncio no se limita a un refuerzo simbólico. Se trata de un operativo integral que pone en escena a la Policía Metropolitana en puntos donde el flujo de personas y las dinámicas nocturnas suelen elevar el riesgo de delitos y alteraciones al orden público. Desde el inicio del dispositivo, la instrucción es clara: presencia visible, control permanente y reacción inmediata.
Los uniformados fueron asignados de manera estratégica a sitios turísticos emblemáticos como el Malecón del Río, la Ventana de Campeones, La Luna, la Ventana al Mundo, Puerto Mocho y la Ciénaga de Mallorquín. En estos sectores, la Policía busca contener hurtos, riñas y conductas que afecten la convivencia, especialmente en horarios nocturnos y de alta concentración de visitantes.
La operación también incluye planes especiales en el sistema de transporte público, uno de los escenarios donde históricamente se concentran denuncias por hurtos y alteraciones al orden. El control se extiende a buses, paraderos y zonas de intercambio, con verificación de antecedentes y patrullajes constantes.
Controles, vigilancia y despliegue operativo
Otro frente de acción se concentra en los controles contra la explotación sexual y comercial de personas, un delito que suele intensificarse en temporadas festivas. Aunque el comunicado oficial no detalla cifras ni procedimientos específicos, sí confirma que estas acciones hacen parte del paquete de medidas judiciales y preventivas activadas durante la Navidad.
La venta de licor adulterado ocupa un lugar prioritario dentro del plan. Las autoridades anunciaron operativos de inspección y vigilancia para detectar bebidas fraudulentas, un delito que pone en riesgo la salud pública y que cada año deja víctimas en diferentes ciudades del país. La instrucción es clara: cerrar el paso a la comercialización ilegal y proteger al consumidor.
En paralelo, la Policía mantiene vigilancia reforzada sobre entidades financieras. Cajeros automáticos, sedes bancarias y zonas comerciales cuentan con acompañamiento permanente, una medida orientada a prevenir atracos y estafas durante los días de mayor movimiento económico.
La pólvora, otro de los focos críticos, es abordada desde una lógica de control estricto. El plan contempla operativos contra la venta y el uso de elementos pirotécnicos, con especial énfasis en evitar lesiones personales y afectaciones a menores de edad. La Policía reiteró que estos controles hacen parte de su labor judicial y preventiva.
A esto se suma la presencia policial en sectores gastronómicos, donde el aumento de consumo de licor y la extensión de horarios suelen derivar en riñas y perturbaciones de la tranquilidad. Los uniformados realizan patrullajes constantes y verificación de condiciones de funcionamiento.
Los controles se extienden a puntos críticos de la ciudad mediante registros a personas, vehículos y motocicletas. Estas acciones cuentan con el apoyo de técnicos automotores y de todas las especialidades policiales, lo que permite una revisión más detallada y la detección de posibles irregularidades.
De manera simultánea, se instalaron puestos de control dinámicos en distintos sectores de Barranquilla. La movilidad de estos puntos busca evitar que los controles se vuelvan previsibles y reforzar la capacidad de reacción ante situaciones delictivas.
Movilidad segura y control del orden público
Las denominadas Caravanas por la Vida operan en articulación con los entes territoriales. Su objetivo es ejercer control sobre establecimientos abiertos al público, pick-ups y conductas que alteren la tranquilidad ciudadana. Estas caravanas permiten intervenciones rápidas y coordinadas en zonas donde se reportan quejas recurrentes.
El Plan Centro refuerza la presencia policial en el corazón comercial de la ciudad y en centros comerciales. Allí, los uniformados cumplen funciones de acompañamiento, vigilancia y atención inmediata a los ciudadanos que lo requieran.
A estos esquemas se suma el Plan Baliza y otros puestos de control dinámicos, diseñados para cubrir diferentes franjas horarias y adaptarse a los movimientos propios de la temporada navideña.
En materia de movilidad, la estrategia denominada Movilidad Segura contempla la instalación de puestos de control en los corredores viales de acceso y salida de Barranquilla. Estos puntos permiten verificar documentación, condiciones técnicas de los vehículos y el estado de los conductores.
Las autoridades confirmaron que también se realizan controles de velocidad y pruebas de embriaguez, con el fin de reducir accidentes de tránsito durante las celebraciones. La medida apunta a contener uno de los factores de mayor riesgo en estas fechas: la conducción bajo los efectos del alcohol.
El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, coronel Miguel Andrés Camelo Sánchez, explicó el alcance del operativo. “Hemos dispuesto todas las capacidades humanas y logísticas de la institución para garantizar la seguridad de propios y visitantes durante las festividades de Navidad. Nuestro objetivo es que las familias puedan celebrar en tranquilidad, convivencia y respeto por la vida”, señaló.
La Policía también dirigió un llamado directo a la ciudadanía. Entre las recomendaciones figuran evitar conducir bajo los efectos del alcohol, no manipular ni permitir el uso de pólvora, adquirir bebidas alcohólicas únicamente en establecimientos reconocidos y practicar la tolerancia para resolver conflictos.
Como parte del componente judicial y de reacción inmediata, la institución recordó que cualquier hecho delictivo puede ser denunciado a través de la línea de emergencias 123 y la Línea Contra el Crimen 317 896 5523, canales habilitados para recibir información y activar los protocolos correspondientes.
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