Colombia - Alexander Farfán Suárez, conocido como alias ‘Gafas’, quien fue capturado en la operación Jaque de 2008 y liberado en el marco del proceso de paz con las FARC, vuelve a estar en el centro del conflicto armado colombiano. A pesar de haber sido designado como gestor de paz por el Gobierno en 2023, su regreso a la violencia ha desatado una ola de terror en el departamento del Cauca. Farfán, lejos de cumplir su papel en la búsqueda de la paz, se ha convertido en cabecilla del Bloque Occidental Jacobo Arenas, uno de los grupos más violentos de las disidencias de las FARC.
El nombramiento de alias ‘Gafas’ fue criticado desde el principio debido a su historial. Capturado por su papel en el secuestro de figuras como Ingrid Betancourt, su reincorporación al conflicto armado ha reafirmado las sospechas de quienes dudaban de su compromiso con la paz. Actualmente, se le vincula con actividades delictivas como extorsión y amenazas en varios municipios del Cauca, entre ellos Argelia, El Tambo, El Patía y Sucre.
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Recientemente, la concejal Sandra Betancourt fue secuestrada y liberada por este grupo en circunstancias que reflejan el control que alias ‘Gafas’ ejerce sobre la región. En un video difundido por los propios disidentes, Farfán amenazó directamente a la funcionaria, advirtiéndole de problemas futuros si regresa a la zona. Este episodio no solo muestra la impunidad con la que opera, sino también la vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades locales.
Farfán fue expulsado de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en noviembre de 2023, debido a su reincidencia en el conflicto armado, confirmando lo que muchos ya temían: la figura de gestor de paz fue utilizada como un mecanismo para fortalecer su poder en la región, en lugar de promover una verdadera negociación.
El control que alias ‘Gafas’ ejerce sobre el Cañón del Micay, en alianza con la estructura Carlos Patiño, ha generado una grave crisis humanitaria en el Cauca. La población civil vive bajo el constante temor de ser extorsionada o atacada, mientras el Estado parece incapaz de controlar la situación. Este caso se suma a otros similares en los que personas designadas como gestores de paz han vuelto a las armas, poniendo en duda la efectividad de los mecanismos de paz establecidos.
La relación de Farfán con alias ‘Iván Mordisco’, líder del Estado Mayor Central, ha reforzado su influencia en las disidencias, aunque también ha causado tensiones con la Segunda Marquetalia, liderada por alias ‘Iván Márquez’. Esta lucha interna entre facciones disidentes agrava aún más la situación en el Cauca, donde la población civil es la más afectada.
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