Ponedera - VIII Festival del Bollo y el Frito supera expectativas con más de 16.000 productos vendidos
El municipio de Ponedera, Atlántico, celebró la octava versión del Festival del Bollo y el Frito, congregando a 225 matronas que ofrecieron a locales y visitantes una amplia variedad de productos gastronómicos. De acuerdo con los datos proporcionados por los organizadores del evento, se vendieron 10.500 bollos y 6.000 fritos, generando ingresos cercanos a los 50 millones de pesos.
El festival se llevó a cabo en la plaza municipal, donde las matronas exhibieron su destreza culinaria, presentando desde los tradicionales bollos de limpio y mazorca, hasta nuevas variantes como el bollo de bocadillo con queso y chorizo. Junto a los bollos, se ofrecieron fritos como carimañolas, buñuelos de frijol y la famosa arepa de huevo, deleitando a los asistentes con sabores típicos de la región.
Este evento se enmarca dentro de la Ruta 23 de la Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico, que fomenta la preservación de las tradiciones gastronómicas y culturales en diferentes municipios del departamento. El festival, que nació hace ocho años por iniciativa de un grupo de mujeres emprendedoras, tiene como objetivo no solo destacar la cultura culinaria del municipio, sino también promover la economía local a través de productos derivados del maíz y otros ingredientes autóctonos.
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, recorrió los estands del festival, reconociendo el trabajo de las matronas y el impacto que el evento tiene en la economía local. "Lo que ellas cultivan y transforman en productos gastronómicos tiene el potencial de convertirse en una gran industria", afirmó el mandatario.
La secretaria de Cultura, Verónica Cantillo, destacó la diversidad cultural que se pudo apreciar durante el evento. "Además de la gastronomía, los asistentes disfrutaron de artesanías, danza y música en vivo", señaló, subrayando el valor que este tipo de festivales aporta al patrimonio cultural de Ponedera y la región.
Por su parte, el alcalde de Ponedera, Aristarco Romero Meriño, resaltó la importancia de la economía circular que se genera alrededor de este evento, al conectar directamente a los productores rurales con los consumidores. Explicó que los productos agrícolas cultivados por los campesinos del municipio son transformados en los alimentos que se comercializan no solo en el festival, sino en todo el Departamento del Atlántico.
Entre las matronas destacadas, Margarita Rosa Torres, quien ha participado desde la primera edición del festival, compartió su experiencia y orgullo por formar parte del evento. Con su emprendimiento, Bollo de Luz, ha cautivado a los comensales con innovaciones como el bollo de bocadillo, queso y chorizo, y el bollo de pollo, que han sido bien recibidos por los asistentes.
El Festival del Bollo y el Frito continúa consolidándose como un espacio para preservar y promover la tradición culinaria de Ponedera, al tiempo que brinda a los pequeños productores locales una plataforma para dar a conocer sus productos y atraer turistas a la región.