Colombia - La reforma tributaria propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro se hundió definitivamente este 11 de diciembre, tras la votación de la Comisión III de la Cámara de Representantes. Con 17 votos a favor del archivo y 12 en contra, la iniciativa no logró superar la oposición de partidos como el Liberal, Conservador, Centro Democrático y Cambio Radical, quienes habían anunciado su rechazo previamente.
El proyecto, también conocido como "ley de financiamiento", buscaba tapar un déficit de 12 billones de pesos en el Presupuesto General de la Nación para 2025. Sin embargo, llegó al debate con pocas posibilidades de éxito debido al ambiente adverso en el Capitolio. La ponencia negativa presentada por legisladores de la oposición terminó sellando el destino de una de las propuestas clave del Ejecutivo.
El hundimiento de la reforma pone en riesgo la financiación de programas sociales fundamentales. El ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, destacó que "los recursos para los giros a Icetex estaban condicionados al éxito de la reforma". Este argumento se repitió por parte de otros funcionarios del gobierno, quienes alertaron sobre las consecuencias para sectores críticos si no se lograba aprobar la iniciativa.
Por otro lado, los partidos opositores aseguraron que la reforma no solo era innecesaria, sino que podría tener un impacto negativo en la economía. Germán Vargas Lleras, líder del partido Cambio Radical, afirmó que "este proyecto se suma a los funestos resultados de la reforma tributaria del 2022", argumentando que medidas como el impuesto al patrimonio están incentivando la fuga de capitales y el traslado de la residencia fiscal de más de 75.000 colombianos al exterior.
El rechazo al proyecto no solo se limitó a los votos en las comisiones. Efraín Cepeda, presidente del Congreso, también expresó su crítica hacia la reforma. En un intercambio de mensajes con el presidente Petro, Cepeda argumentó que las propuestas del gobierno están "desestimulando nuevas inversiones e incentivando la informalidad". Sus declaraciones refuerzan la postura de quienes consideran que las políticas fiscales recientes no han generado el impacto esperado en la economía.
David Luna, senador y líder de opinión, fue otro de los que reaccionó con fuerza al hundimiento del proyecto. A través de su cuenta de X, escribió: "Celebró la caída de la tributaria 2.0 del Gobierno Petro. Una reforma innecesaria y alcahueta con la corrupción. El bolsillo de los colombianos NO aguanta un impuesto más". Estas palabras encontraron eco entre sectores empresariales y ciudadanos que han manifestado su inconformidad con las reformas propuestas por el Ejecutivo.
La reforma tributaria hundida formaba parte de un esfuerzo del gobierno por abordar problemas estructurales en las finanzas públicas. Sin embargo, el recuerdo de la reforma de 2022 y sus críticas asociadas pesaron en el debate. De acuerdo con la oposición, aquella reforma "paralizó la economía" y generó un entorno desfavorable para los contribuyentes y el sector empresarial.
Además, el rechazo anticipado de partidos clave complicó las posibilidades del proyecto desde el inicio. Sin el apoyo del Partido Liberal y el Partido Conservador, las cifras no favorecían al gobierno en un Congreso fragmentado y con alianzas políticas frágiles.
Tras el hundimiento de la reforma, quedan dudas sobre cómo el gobierno abordará el déficit fiscal proyectado para 2025. Aunque el Ejecutivo podría intentar presentar una nueva propuesta, el panorama no parece favorable. Las críticas al manejo fiscal y las tensiones entre el gobierno y el Congreso podrían dificultar cualquier intento de reconfigurar la agenda económica.
Por ahora, el fracaso de esta iniciativa pone en evidencia las divisiones políticas y la falta de consenso en torno a las estrategias para fortalecer las finanzas del país. Mientras tanto, los sectores afectados por la falta de recursos siguen a la espera de soluciones concretas.