Colombia - El presidente Gustavo Petro anunció la declaratoria de conmoción interior y estado de emergencia económica en Colombia, tras la crisis de orden público desatada en el Catatumbo, Norte de Santander. Este anuncio se realizó a través de su cuenta oficial de Twitter, donde expresó: "La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida. Se declara el estado de conmoción interior y el estado de emergencia económica. Espero del poder judicial su apoyo".
Esta medida se toma en medio de enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC, que han dejado un saldo de 100 muertos y cerca de 12.000 desplazados, desatando una crisis humanitaria que afecta gravemente a la población civil. Esta es la primera vez en 16 años que un presidente colombiano recurre a esta facultad constitucional.
El estado de conmoción interior, establecido en la Constitución de 1991, otorga al presidente facultades excepcionales para enfrentar situaciones que amenacen la seguridad y el orden público. Estas facultades incluyen la emisión de decretos con fuerza de ley y la suspensión temporal de ciertos derechos y garantías, sin necesidad de aprobación previa del Congreso. Inicialmente, esta medida tiene una duración de hasta 90 días, con posibilidad de prórroga en dos periodos adicionales, siempre que cuente con el concepto favorable del Senado. Las decisiones tomadas bajo esta medida serán revisadas por la Corte Constitucional.
La región del Catatumbo, epicentro de la crisis, se ha visto envuelta en intensos enfrentamientos entre los grupos armados por el control de rutas del narcotráfico y la influencia territorial. Según testimonios de habitantes, "los cuerpos aparecen abandonados en zonas rurales" y persisten las acusaciones de colaboración forzada con los grupos en conflicto. La población local enfrenta un panorama crítico de desplazamiento y vulnerabilidad extrema.
El presidente Petro, en un esfuerzo por abordar la situación de manera directa, lideró un Consejo de Seguridad en Tibú, uno de los municipios más afectados. Sin embargo, la ausencia de declaraciones oficiales durante el fin de semana mientras se intensificaban los enfrentamientos generó críticas sobre la respuesta del Gobierno ante la escalada de violencia.
Esta es la octava ocasión en la que se recurre al estado de conmoción interior en Colombia. En el pasado, los expresidentes César Gaviria, Ernesto Samper y Álvaro Uribe también implementaron esta medida en contextos de violencia generalizada. Ahora, la administración Petro enfrenta el desafío de garantizar la seguridad, proteger los derechos humanos y restablecer el orden en el Catatumbo, bajo la estricta vigilancia de la comunidad nacional e internacional.
Mientras tanto, el Gobierno continúa trabajando en estrategias para atender la crisis humanitaria y mantener un balance entre las acciones de control militar y el respeto por las comunidades afectadas. La implementación de estas medidas será clave para evaluar la efectividad de la declaratoria de conmoción interior en un país marcado por décadas de conflicto armado.