Rotinet, Atlantico - La IV edición del Festival de la Mazamorra en Rotinet, corregimiento de Repelón, Atlántico, se celebró este fin de semana con gran éxito, atrayendo a visitantes de todas partes interesados en experimentar la rica herencia cultural y gastronómica de la región. Este evento anual se ha convertido en una celebración esencial para preservar y promover las tradiciones culinarias locales, destacando especialmente la emblemática mazamorra.
El festival ofreció una amplia variedad de mazamorras, una preparación tradicional que ha sido parte integral de la dieta de la región durante generaciones. Entre las delicias disponibles se encontraban mazamorra de auyama con arroz, maíz seco con bocadillo, plátano maduro, millo y guandú, junto con el tradicional peto de maíz. Los visitantes podían disfrutar de estas exquisiteces a precios accesibles, comenzando desde los 6.000 pesos por vaso, lo que permitió que todos pudieran degustar las diferentes variantes de este plato ancestral.
El festival no solo se centró en la gastronomía, sino que también ofreció una rica programación de actividades culturales. Grupos folclóricos infantiles como ‘Fantasía sin límites’, ‘Huellas rotineteras’ y ‘Caribe sur’ deleitaron a los asistentes con sus presentaciones de bailes y danzas populares, creando un ambiente festivo y animado. Estas actuaciones fueron un recordatorio vibrante de la importancia de mantener vivas las tradiciones culturales y ofrecer una plataforma para que las generaciones más jóvenes participen activamente en ellas.
Gina y Yiseth Escobar, junto a Hillary Castillo, lideran el emprendimiento 'Yo amo a Rotinet', conocido por sus cachuchas impresas con ese mensaje, que dieron la bienvenida a los visitantes del festival. Este proyecto es un claro ejemplo del espíritu emprendedor que caracteriza a la comunidad, demostrando cómo la promoción de la identidad local puede ser una poderosa herramienta de cohesión y desarrollo comunitario.
Lizeth Carrillo Calderón, una de las organizadoras del evento y miembro de la Fundación Cultura Social Brisas de Paz Afrocolombiana de Repelón, expresó su orgullo por el éxito del festival. La fundación, que trabaja para preservar y promover las manifestaciones culturales del Atlántico, continúa el legado de su padre, Vidal Carrillo, quien inició esta tradición. Según Carrillo, el objetivo es mantener vivas estas costumbres y compartirlas con un público más amplio cada año.
La matrona María Guerrero, una figura respetada en Rotinet por su dedicación a la mazamorra, compartió sus experiencias sobre cómo este alimento ha sido esencial en la nutrición y sustento de su familia. "La mazamorra representa una proteína vital para nosotros", comentó María, destacando que su familia ha prosperado gracias a la venta de este producto tradicional. Su testimonio es un reflejo del profundo vínculo entre la comunidad y sus tradiciones culinarias.
Geraldine Flórez, líder del Club Moteros con Causa, elogió la iniciativa del festival, destacando que permite a los visitantes conocer y apreciar las tradiciones culturales del Atlántico. "Es una excelente oportunidad para aprender y disfrutar de nuestras raíces", afirmó Flórez, subrayando la importancia de estos eventos para el enriquecimiento cultural. Los motociclistas, entre otros turistas, encontraron en el festival una oportunidad perfecta para explorar y disfrutar de la diversidad cultural de la región.
Además de la degustación de mazamorra, el festival incluyó la venta de artesanías y una variedad de actividades recreativas para niños, proporcionando entretenimiento para todas las edades. Los adultos también disfrutaron de diversas formas de diversión, creando un ambiente festivo que atrajo tanto a locales como a turistas. Este enfoque integral hizo del festival una experiencia memorable para todos los asistentes.
La mazamorra es un alimento tradicional que varía en sus ingredientes y preparación según la región. Algunos de los ingredientes comunes incluyen maíz, agua, leche, azúcar o panela, canela y, a veces, clavos de olor. Entre las variantes de mazamorra presentadas en el festival se encuentran: mazamorra de auyama con arroz, maíz seco con bocadillo, plátano maduro, millo, guandú y el tradicional peto de maíz. La preparación básica consiste en cocinar el maíz en agua hasta que esté suave, añadir leche y azúcar (o panela), y especias como canela y clavos de olor, mezclando bien hasta obtener una consistencia cremosa. La mazamorra se puede servir caliente o fría, según la preferencia.
El éxito de la IV edición del Festival de la Mazamorra Rotinet Ancestral reafirma su lugar como una celebración clave en el calendario cultural y gastronómico del Atlántico. Este evento no solo promueve la identidad cultural de Rotinet, sino que también contribuye al desarrollo económico de la región, fortaleciendo el sentido de comunidad y pertenencia entre sus habitantes. Los visitantes se llevaron una experiencia enriquecedora, llena de sabores tradicionales y actividades culturales, que resalta la importancia de preservar y celebrar las tradiciones locales.