Madrid - El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha emitido disculpas públicas tras un controvertido gesto que desató una intensa polémica a nivel internacional. Rubiales, de 45 años, besó en los labios a la jugadora estrella Jenni Hermoso después de que la selección española ganara la Copa Mundial Femenina.
El beso en la boca de Rubiales a la futbolista Jennifer Hermoso ha generado una fuerte controversia, con críticas de algunos representantes políticos en España que lo han calificado como "violencia sexual". Este gesto no pasó desapercibido en redes sociales, y numerosos medios internacionales, como The Guardian, The New York Times, Forbes, L'Équipe, France 24 y CNN, recogieron la polémica.
Jenni Hermoso expresó inicialmente su incomodidad en Instagram, pero posteriormente emitió declaraciones en las que calificó el gesto como "un gesto de amistad y gratitud", atribuyéndolo a la alegría de ganar un Mundial. En un video en redes sociales, Rubiales lamentó su acción "en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención", y se disculpó por cualquier daño causado, manifestando su deseo de aprender de la experiencia.
La ministra española de Igualdad en funciones, Irene Montero, advirtió sobre la importancia del consentimiento y la gravedad de los actos sin él. Además, se hizo referencia al protocolo de actuación de la RFEF, que considera actitudes como "atraer con el brazo con el intento de besarles" o "besar a la fuerza" como relacionadas con la violencia sexual, con consecuencias inmediatas no especificadas.
En España, existe jurisprudencia que considera un beso en la boca como agresión sexual, incluso sin violencia, si la víctima no lo ha consentido. Este incidente ha planteado cuestionamientos sobre el consentimiento en gestos públicos y la necesidad de mayor precaución en ceremonias oficiales.
Luis Rubiales expresó su pesar porque el incidente haya empañado la celebración del éxito deportivo de la selección femenina española, al obtener su segunda Copa del Mundo. El presidente de la RFEF reconoció la necesidad de ser más cuidadoso en su papel, especialmente en eventos públicos de esta magnitud.
En resumen, el beso de Rubiales a Jenni Hermoso ha desencadenado un debate sobre el consentimiento en gestos públicos, involucrando a autoridades deportivas, políticas y legales, y planteando interrogantes sobre el respeto y la precaución en eventos deportivos de alto perfil.