Barranquilla - Tras su contundente derrota ante el equipo Junior de Barranquilla, los integrantes del América de Cali, vivieron momentos de tensión en las afueras del estadio Metropolitano. En este altercado, se denunciaron agresiones verbales y físicas por parte de la Policía Nacional, además de un incidente de hurto que involucró el robo de un teléfono móvil.
El partido entre Junior y América transcurrió con intensidad. Aunque América lideraba con un marcador de 0-3 antes de los 45 minutos del partido, el equipo Junior logró una remontada impresionante, con tres goles de penal, contribuyendo así a su primera victoria del semestre. La destacada actuación de Bacca y ‘Cariaco’ González, junto con la anotación de Deiber Caicedo, permitieron a Junior voltear el marcador.
No obstante, al término del encuentro, la tensión se desbordó fuera del estadio. Los jugadores del América protagonizaron un enfrentamiento con la Policía Nacional, capturado en videos que circularon ampliamente en redes sociales. Las imágenes mostraban momentos de altercados físicos y verbales entre los deportistas y los agentes policiales.
El delantero Adrián Ramos, jugador del América, fue uno de los que registró el incidente en video y lo compartió en redes sociales. El encuentro entre los jugadores y la policía duró aproximadamente un minuto y dejó a varios involucrados con traumas por las lesiones sufridas. Incluso, algunos aficionados del Junior presentes en el lugar también intervinieron para calmar la situación.
El conflicto parece haberse originado durante el segundo tiempo del partido, cuando los hinchas del equipo Junior comenzaron a arrojar objetos desde las tribunas. Los jugadores del América solicitaron la intervención de la Policía para controlar la situación, pero hubo desacuerdo en la manera en que se manejó la situación. Según la versión policial, algunos jugadores intentaron subir a la tribuna, lo que llevó a confrontaciones verbales y eventualmente a agresiones.
Como consecuencia de estos acontecimientos, varios jugadores del América fueron abordados por la Policía Nacional al intentar abordar su bus en el área de estacionamiento. Uno de los jugadores recibió un comparendo por agredir a un funcionario público. Este episodio generó controversia y reclamos por parte de los deportistas, que consideraron la medida injusta.
La confrontación entre los jugadores y la Policía se intensificó, involucrando a alrededor de 20 agentes policiales y cerca de una decena de jugadores. Incluso, fue necesaria la intervención de una granada de aturdimiento para dispersar el conflicto y permitir que el equipo se dirigiera hacia el hotel de la concentracion de los jugadores de "La Mechita".