En los últimos días, las redes sociales se han llenado de mensajes y audios que alertan sobre la supuesta muerte de personas en la ciudad de Barranquilla a causa de un medicamento contaminado. Según estas publicaciones, el Diclofenaco, un analgésico comúnmente utilizado para tratar dolores musculares, contendría una bacteria que estaría causando graves problemas de salud e incluso la muerte en algunos pacientes.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Barranquilla ha salido al paso para desmentir estos rumores. De acuerdo con la entidad, se han realizado diversas revisiones de historial clínico, visitas de inspección y vigilancia en IPS de la ciudad, así como consultas nacionales de alertas emitidas por INVIMA, la entidad encargada de vigilar los medicamentos en el país, y no se ha encontrado ningún reporte oficial de fallecidos asociados al uso del medicamento.
De hecho, a nivel nacional, INVIMA no ha emitido ninguna alerta sanitaria por algún lote de medicamento con partículas, bacterias o algún elemento extraño en su interior. Según la Secretaría Distrital de Salud, "toda aplicación de medicamentos debe ser mediante prescripción de un profesional de la salud y debe ser dispensada en sitios autorizados".
La entidad también ha hecho un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de difundir, compartir y/o reproducir audios, imágenes y/o videos sensibles que puedan generar pánico o desinformación ante situaciones médicas sin investigaciones claras y comprobables.
La Alcaldía de Barranquilla, a través de su Secretaría de Salud, continúa en seguimiento de las visitas de inspección, vigilancia y control en las IPS de la ciudad para garantizar la calidad y seguridad de los medicamentos que se dispensan en la ciudad.
Es importante destacar que los rumores y la desinformación pueden generar un clima de pánico e incertidumbre en la población, por lo que es fundamental que las autoridades sanitarias actúen con rapidez y transparencia para desmentir este tipo de noticias falsas. Al mismo tiempo, es responsabilidad de la ciudadanía no difundir información sin verificar su veracidad y buscar fuentes confiables para estar informados sobre cualquier situación médica que pueda afectar su salud.
