En el Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, la luz de la noche se convierte en un elemento cautivador. El alcalde Jaime Pumarejo supervisó una prueba piloto de iluminación que forma parte de las futuras experiencias en este ecosistema. La iniciativa busca equilibrar el disfrute ciudadano con la preservación del hábitat y la biodiversidad.
La inspección realizada por el alcalde revela un enfoque consciente en la gestión sostenible de la Ciénaga de Mallorquín. Las luces, aunque probadas hoy, no serán una presencia constante. Jaime Pumarejo aclara que solo algunos días al mes se iluminarán los senderos, brindando acceso nocturno a la ciudadanía. Esta medida se implementa con el objetivo de respetar el ecosistema y permitir que la fauna y flora recuperen su espacio.
"Hoy estamos probando las luces y cómo se va a ver de noche. Pero estas luces van a estar prendidas solo algunos días al mes y se le va a dar acceso a la ciudadanía de noche, solo algunos días al mes", señaló Pumarejo durante su visita.
El Ecoparque Ciénaga de Mallorquín se consolida como la apuesta sostenible de Barranquilla por convertirse en una biodiverciudad. La prioridad radica en el cuidado meticuloso del ecosistema y sus habitantes naturales. La limitación de visitantes diarios y la apertura nocturna ocasional resaltan el compromiso con la recuperación y apropiación del espacio por parte de la fauna.
Jaime Pumarejo subraya esta conexión intrínseca entre la naturaleza y los visitantes al expresar: "La fauna se tiene que recuperar y se tiene que apropiar del espacio. Por eso hay solo un número limitado de visitantes diarios, por eso algunas noches solamente se podrá venir a visitar. Porque esto es prestado, esto es de la naturaleza, de las aves, esto es de la fauna, y nosotros venimos aquí de vez en cuando."